Sistema inteligente para la protección de la piel de las personas en las playas

Un día en la playa puede ser muy beneficioso para la salud, siempre y cuando se eviten sobreexposiciones que originen quemaduras y otros problemas de la piel. Por ello hay que protegerse de la radiación ultravioleta utilizando protectores solares. Sin embargo, por sí solos no son capaces de garantizar una protección global, ya que factores como el tipo de piel, el índice ultravioleta, el tiempo de exposición, la aplicación correcta, etc. no son controlados. El problema se resuelve gracias al servicio proporcionado por un sistema informático y unos dispositivos, situados de forma accesible en las playas. Usando inteligencia artificial las personas reciben la aplicación automática de protector y se analiza el estado y tipo de piel. Se les monitoriza en tiempo real, antes, durante y después de su estancia en la playa y se le da información y directrices para evitar la sobreexposición.